Se consigue el objetivo de ganar sensación de amplitud en un espacio y también una manera de compartir momentos, hacer que la vida fluya desde la cocina al salón.
Crear un espacio abierto y con más amplitud visual sin integrar totalmente la cocina al salón, los semi-cerramientos de cristal son una opción muy versátil.Un sistema de puertas correderas acristaladas aísla la cocina cuando es necesario, sin perder luminosidad ni conexión visual. El salón se comunica con el jardín y el horizonte a través de una solución similar por lo que, cuando ambas divisiones se abren, la atmósfera, el momento y la luz exterior llega hasta la cocina.
Este tipo de solución hace que la luz natural se distribuya bien por todos los espacios.
Cristina Valls Muñoz Arquitecta
Consuelo Martinez Fotografia